
Juan Antonio Pedreño, en su despacho de Ucomur. / V. VICENS
-¿Cómo ve el panorama económico?
-Es difícil adelantar cómo va a estar la Región este año. Sí es cierto que se están intentando poner medidas y realizar actuaciones para afrontar con las mayores garantías este incierto tiempo que se acerca. Estamos ante tiempos difíciles, con importantes incertidumbres económicas derivadas de esta tan comentada crisis y que están sacudiendo de lleno al tejido empresarial. En España hemos sobrepasado la cifra de los tres millones de desempleados, aproximadamente el 12% del total de la población ocupada. En Murcia, sobrepasamos la tasa interanual del 76%. Por tanto, el panorama no se presenta fácil, pero es responsabilidad de todos intentar dar confianza a las personas y a las empresas. Esto es para mi una de las claves para afrontarlo con garantías. Se está produciendo un ajuste de los sectores productivos, principalmente en la Región, y se está trabajando en programas y planes que deben de dar resultado a medio plazo y a corto. Por tanto, es fundamental dar confianza y resolver los problemas que acucian a nuestras empresas.
-¿Hay recetas mágicas?
-Rotundamente creo que no. Si las hubiese, alguien ya las hubiese encontrado y puesto en práctica. Pero sí es cierto que estamos ante el fracaso de un cierto modelo de empresa, despersonalizada y que busca el beneficio a corto plazo. Las miradas se han vuelto hacia empresas comprometidas, democráticas, que primen el valor de la persona y la participación del trabajador. Empresas que apuestan por su autogestión en pactos de moderación salarial, por la reinversión de los beneficios y por el mantenimiento de los puestos de trabajo, introduciendo de verdad -no sólo por marketing- valores de responsabilidad social y compromiso con el entorno, siempre desde la óptica de la sostenibilidad. Son empresas que evidentemente quieren obtener beneficios, pero provocando un desarrollo local y social que pueda sustentar la sociedad del mañana. Así se habrían evitado estas situaciones actuales que han venido en gran parte derivadas por una búsqueda de ingresos inmediatos.
-Las cooperativas están pasando mejor este temporal ¿no?
-Es cierto que los últimos datos nos indican que, en el cuarto trimestre del 2008, han creado empleo. Un crecimiento del 0,4% en conjunto, siendo el sector servicios y el industrial, los que han liderado este aumento. Es una señal positiva, pero no es menos cierto también que estas empresas están fuertemente capitalizadas en personas y no tanto en el aspecto económico. Son empresas comprometidas con su entorno local, que no se van a marchar, pero también les están afectando los problemas actuales de falta de liquidez y de financiación. Lo que sí es cierto es que este modelo de empresa sabe responder a los desafíos actuales.
-Se está elaborando un Pacto por la Economía Social, ¿ cuál es su opinión?
La Región es un ejemplo en cuanto a acciones y actuaciones a favor del cooperativismo. El pacto no es más que una muestra más del compromiso del Gobierno regional y, en concreto, de su presidente. Contamos también con el apoyo del resto de los partidos políticos, que ya nos lo manifestaron en la Comisión de Empleo de la Asamblea Regional. Esto nos da fuerzas para seguir trabajando a favor de ese empleo estable y comprometido, con valores. Pero, por sí solo, el pacto no resolverá esta situación. Ayudará, pero las empresas necesitan un conjunto de acciones que no vienen derivadas únicamente de esta acción de gobierno.
-¿Cuál es el principal problema hoy de las empresas?
-Creo que la falta de liquidez, la eliminación de las líneas de descuento como instrumento básico de funcionamiento económico de las empresas. La falta de confianza por parte de las instituciones financieras hace que éstas se estén refugiando en sus cuarteles de invierno, haciendo que sea una cadena de frustración, desempleo e incertidumbre.
-Entonces, ¿qué sería necesario?
-No hay recetas mágicas, pero son positivas actuaciones como FinanciaPyme; las acciones del Info y las líneas de financiación del ICO, así como los convenios de colaboración con Cajamurcia. Esta caja abrirá unas líneas para constitución de cooperativas y de aportaciones de capital. Esperamos que el resto de entidades financieras también lo haga, pero no sólo con las empresas de economía social. Hay que dar financiación a empresas viables pero que coyunturalmente están pasando por una difícil situación. También instituciones como Undemur deben demostrar que están a la altura de las circunstancias.
-¿Qué se puede hacer para frenar la destrucción de empleo en Murcia?
-Han de implantarse medidas que favorezcan la continuidad de las empresas. En primer lugar, generar confianza y dar instrumentos a éstas para que sigan activas. En segundo, dar ilusión a los emprendedores. Es ahí donde está una de las soluciones. Pero nos encontramos con un bajo nivel educativo, lo que conlleva a una dificultad añadida para generar empresas ante la falta de conocimientos y miedo al riesgo. También hay trabas administrativas, burocráticas y financieras que generan dudas y, en muchos casos, desalientan la creación de empresas, pese a que existen organizaciones como Ucomur que facilitan el proceso. Quizá deba trabajarse a medio plazo en un cambio de modelo productivo, basado no tanto en la construcción sino en los sectores industrial, servicios y agrario, verdadera fuerza de sostenimiento de la Región. Debe ser un modelo socialmente responsable, que prime la innovación, la investigación, la formación y que conlleve un aumento de la productividad.
-¿Hay sectores que siguen generando empleo?
-Hay luces en estos espacios de sombras y a ellos tenemos que agarrarnos para ver y trasladar esa ilusión que tenemos que hacer llegar al emprendedor. Sólo así se creará empleo. Hay que permitir que se abran huecos en el mercado y que esos huecos permitan la creación de empleos y de empresas. Si además es en el campo del cooperativismo, pues mejor. El sector servicios es el que está generando empleo; sobre todo, en el área de atención a las personas, tanto de tercera edad como en los primeros años de vida. Son sectores intensivos en mano de obra. También las energías renovables, las tecnologías de la información, la sanidad y la educación son sectores de creación de empleo. En muchos casos, sus oficios tienen un paro inferior al 5%, gozan casi de pleno empleo. También, como reacción a la crisis de las ventas, está más necesitada el área comercial. En cualquier caso, es necesaria formación para absorber a trabajadores no cualificados que abandonaron los estudios, atraídos por un mercado laboral que generaba recursos económicos fáciles.
-La educación y la asistencia social son ámbitos donde el cooperativismo tiene o puede tener un papel importante, ¿qué futuro tienen?
-La educación tiene varios retos. En primer lugar, elevar el nivel formativo de los alumnos; disminuir la tasa de abandono en la ESO; mejorar la calidad de la enseñanza; generar ciclos de formación profesional para los sectores generadores de empleo y continuar con el desarrollo de ingenierías y carreras técnicas. En segundo lugar, hay que dignificar el papel de los docentes. Ahora tenemos el reto de un II Pacto por la Educación, en el que la enseñanza concertada regional (en la que la escuela cooperativa significa casi el 50%) tiene depositadas muchas esperanzas. Sobre todo, por la necesidad de que, de una vez por todas, se vea como una red única, con dos tipos de centros -públicos y sostenidos con fondos públicos- y, por tanto, que en todas las acciones del nuevo pacto sea transversal la acción hacia la enseñanza concertada y no se vea como un reducto. Ahora, el porcentaje de escuela concertada sobre la pública en nuestra Región está en apenas el 22%, a la cola de España. Las cooperativas de enseñanza deben compartir, tecnologías, programas informáticos, programas experimentales, etc., en pie de igualdad que el resto de la escuela.
La ley de la Dependencia es un extraordinario nicho de empleo, pero en la Región el sector cooperativo no está teniendo incidencia en la concertación de plazas. No se han concretado ninguna acción empresarial en ese sentido, a pesar de las buenas intenciones que existían por parte del presidente regional y el consejero de Política Social. No obstante, este subsector depende de la voluntad de concertación de recursos económicos y de que éstos puedan ir destinados a proyectos de economía social, al estilo de las cooperativas de enseñanza.
-¿Qué reflexión haría sobre el papel del cooperativismo?
-El cooperativismo y el resto de la economía social son aliados estratégicos, comprometidos y fundamentales en el proceso económico actual. No es momento de restar sino de sumar. Máxime cuando, en tiempos de bonanza y de crisis, estas empresas han demostrado su capacidad de generación de riqueza y empleo estable. No es de recibo que pudieran quedar al margen del proceso de búsqueda de soluciones. Desde el cooperativismo podemos formar parte de la solución para superar esta crisis. El cooperativismo es un agente económico y social con fuerte implantación en la Región. Cuenta con experiencias y puntos de vista propios que tendrían que ser tenidos en cuenta en la definición de las políticas de promoción de la innovación empresarial y, por supuesto, en la generación de empleo.

 
 
 Entradas
Entradas
 
 
 
 
No hay comentarios:
Publicar un comentario